Seguramente has escuchado el dicho: «No pongas todos tus huevos en una sola canasta». El mismo principio aplica a tu portafolio de inversiones. Invertir todo tu capital en un solo tipo de activo, bien sean acciones, índices, materias primas, Forex o criptomonedas, te expone a un alto riesgo de tener grandes pérdidas durante una caída del mercado.
Por otro lado, un portafolio diversificado, distribuye tu capital entre diversas inversiones. Si una se deprecia, las demás ayudarán a compensar las pérdidas y a estabilizar tu portafolio. La diversificación es una estrategia fundamental en el trading, ya que te permite construir un portafolio de inversión enfocado en el crecimiento a largo plazo.
Asignar el porcentaje de inversión en los activos que incorporarás a tu portafolio
Un portafolio diversificado parte de comprender que es necesario incorporar distintas clases de activos. El porcentaje que inviertas en cada clase va a depender de tu tolerancia al riesgo, tu horizonte temporal y objetivos. Seguidamente, te mostramos tres estrategias de asignación que muestran distintos niveles de riesgo y rentabilidad:
- Agresivo: 80% acciones / 20% otros activos.
- Moderado: 60% acciones / 40% otros activos.
- Conservador: 40% acciones/ 60% otros activos.
Los otros activos a que nos referimos son bonos, ETFs, Forex, materias primas, criptomonedas y futuros.
Un nivel agresivo te puede brindar un mayor potencial de crecimiento; sin embargo, también una mayor volatilidad. Mientras que el nivel conservador aumenta la estabilidad, pero puede reducir el rendimiento a largo plazo. El nivel Moderado ofrece una escala media entre potencial de crecimiento y estabilidad.
Definir los activos que formarán parte de tu portafolio de inversiones
En el caso de las acciones, incluye empresas que tengan alta, mediana y pequeña capitalización; de esta forma podrás diversificar el riesgo y equilibrar el potencial de crecimiento con la estabilidad. Las acciones de baja capitalización (small-caps) te brindan un crecimiento más rápido, pero tienen una mayor volatilidad. Las acciones de alta capitalización (large-caps) son de empresas más estables y seguras, por tanto, presentan menores fluctuaciones de precio, pero su potencial de crecimiento tiende a ser bajo. Entre ambos tipos encuentras las acciones de mediana capitalización (mid-cap) que te ofrecen un nivel medio de rentabilidad y riesgo.
Para diversificar tu portafolio de inversiones debes incluir otros activos, entre ellos:
- ETFs.
- Bonos.
- Índices.
- Materias primas.
- Forex.
- Criptomonedas.
- Futuros.
Los ETFs son una forma sencilla y eficiente para diversificar tu portafolio. Con este activo no necesitas adquirir acciones o bonos de forma individual, ya que un ETF puede contener cientos de acciones o bonos. Muchos ETFs también buscan replicar el rendimiento de un índice como el S&P 500. Puedes combinar ETF que abarquen diferentes tipos de valores o sectores, lo que te ayudará a cubrir el riesgo, si uno o dos valores fluctúan demasiado, con los valores restantes del ETF podrás amortiguar posibles pérdidas.
Reequilibrar el portafolio de forma periódica
Con el tiempo, el porcentaje de las inversiones de tu portafolio cambiará en función del rendimiento de cada inversión. Las que ofrezcan un mayor rendimiento, deben representar un mayor porcentaje de tu portafolio, mientras que las de bajo rendimiento deben disminuir su porcentaje de participación.
Para mantener tu portafolio diversificado, es recomendable reequilibrarlo periódicamente para ajustar el porcentaje adecuado de cada inversión, en función de su rendimiento y nivel de riesgo. Los expertos aconsejan hacerlo al menos dos veces al año.